Leo Bassi: Utopía



Decir que Leo Bassi es un personaje polémico no es descubrir la piedra filosofal. 

Son conocidas sus facetas como BUFÓN, ANIMADOR y EXALTADOR a partes iguales. Sus espectáculos suelen ir acompañados del escándalo, y su vehemencia le ha llevado a sufrir episodios como la colocación de una bomba artesanal en un teatro donde actuaba en Madrid, o la reciente denuncia por "delitos contra los sentimientos religiosos" en Valladolid. 

En Jaén, el artista italiano ofreció su último trabajo, por segunda vez en la provincia (la primera fue en Baeza): UTOPÍA.

En él, se nos presenta un Leo Bassi profundamente crítico, exaltado e irónico, que defiende su visión de la sociedad actual y de la crisis en que nos encontramos. Desde el inicio, se declara de IZQUIERDAS, pero reparte  feroces y ácidos zurdazos a diestro y siniestro. Se lamenta de la falta de PASIÓN de la actual izquierda política europea, y se burla de los fascismos y del capitalismo. 

El ESPECTÁCULO, enmarcado de manera sencilla en el escenario, y vestido con colores cálidos y tenues y un ambiente sonoro delicado y sentimental, comenzó con la aparición de Leo, simulando estar CIEGO, mientras conducía un carrito de bebé (que le serviría de cajón desastre durante las dos horas de función). Esta aparición le sirvió como metáfora de la falta de visión de la izquierda actual, que no ha sabido inspirar temor en la derecha y que ha perdido una oportunidad de oro para proponer un nuevo modelo económico y social. 

A partir de aquí, y usando algunos TRUCOS fabulosos, entre los que se encontraban la proyección en directo de un miniespectáculo de muñequitos ejecutado por él mismo en el escenario, el lanzamiento de huevos con un palo de golf sobre el público, y su transfiguración en un payaso blanco de 1789, el cómico analiza el contexto histórico presente y la situación económica mundial, con una enorme SINCERIDAD y VALENTÍA, refiriéndose y demoliendo de camino la figura de Aznar y de Berlusconi, por ejemplo, y a la institución cristiana en su conjunto también. 

Sus OPINIONES, tajantes y rotundas, no pueden dejar indiferente a nadie. Pero en su misión de bufón gamberro, no olvida su historia, y comparte con el público pedazos de su vida, de su pasado. Surgen los SENTIMIENTOS más tiernos y directos cuando habla de las seis generaciones de payasos que lo precedieron. Honrando su memoria, desnuda su mente y su cuerpo para enfundarse el maravilloso traje de PAYASO BLANCO. Imbuido de su fuerza mágica, instaura una nueva religión y derriba los puntales de lo actual, de lo global, de lo "pijo".  

Visceral, estremecedora e irreverente, "Utopía" es un alegato a favor de la esperanza, después de todo. Un canto a lo posible, a lo soñado, un discurso amargo que promete, si no la victoria, al menos la LUCHA. 

Se puede estar  o no de acuerdo con las posturas de Bassi, radicales en muchas ocasiones, y con su visión, pero como espectáculo es obligado verlo al menos una vez en la vida para todo aquel que disfrute del teatro. Y para aquel que disfrute cuestionándose cosas, dialogando consigo mismo y limpiándose las legañas que se forman cada noche en los ojos, empañando su visión, "Utopía" supone una tremenda y vigorizante bofetada. 

Dos horas viéndolo y no me cansó ni un momento. Este hombre es todo un personaje. Y una tremenda persona también. 

Brindaré a su salud.   

http://www.leobassi.com/ 

Corto: "Nueve años, una vida".




Mi relación con PRODUCCIONES  KIWI es reciente. 

Gracias a un compañero del curso de "Cine y Creación Audiovisual", que  disfrutó de un corto realizado por ellos ("El Intruso"), y a su talante inquieto y natural, conocí a Borja y a Juanjo. Ese fue el SEMEN. 

Unas horas compartidas de clase, alguna conversación incidental y unos cuantos cafés después, la FECUNDACIÓN fue completada. 

Formamos un pequeño grupo, que se ha ido ampliando, con el objeto de hacer un CORTO, sencillo, humilde, discreto, pero serio. Si bien cada uno de nosotros tiene una formación o un interés especial en algún campo, todos queremos ser labradores polivalentes y no nos da miedo la faena. Nos remangamos y vamos al tajo. 

El guión era de Borja, suya también la VISIÓN. Él se erige como director del proyecto. José, Julia, Juanjo, Alberto y un servidor, completamos el cuadro inicial. Se prima la colaboración, el espíritu de aprendizaje y la ilusión. Giran los engranajes, lentamente al principio, rápidamente después. 

Tenemos la IDEA, buscamos los MEDIOS. Mi hermano, técnico de sonido y su compañero, de imagen, aceptan colaborar con nosotros. Subimos un escalón. Ya tenemos profesionales en el equipo. 

Surge una opción nueva. Un nuevo proyecto se cruza, con fecha de entrega. Cogemos el toro por los cuernos y nos lanzamos en una carrera contrareloj. Me estoy habituando a ello. El vértigo, con los años, da menos miedo. 

Hacemos un CASTING, donde seleccionamos el elenco para ambos cortos. De nuevo, nuestra iniciativa sufre un empujón brutal hacia delante. Las personas que se presentan, conocidos unos, amigos otros, aportan una calidad y un compromiso que tiñe de responsabilidad lo que empezó de manera casual. Puede que, con los años, el vértigo de menos miedo, pero da.

Vamos con prisas, rompemos nuestros propios plazos, nos atragantamos, saltamos las vallas que nos cercan y buscamos algún atajo seguro en el bosque. Por el camino, no perdemos de vista el objetivo. DISFRUTAR.

Silencio, se RUEDA. 

El PROTAGONISTA de "Nueve años, una vida", Pepe Illana, cumple con prontitud y profesionalidad. Su voz desgarrada, su mirada profunda, y su sentimiento, hacen cobrar vida a lo que antes sólo eran palabras de tinta impresa. La actriz, Marta García, aporta a su pequeño papel la solidez de lo auténtico. La naturalidad es la clave. 

El tándem Borja-Juanjo nos lleva de la mano, salvando las DIFICULTADES TÉCNICAS, como el desconocimiento del lugar de rodaje, o la luz, y conducen el rodaje con su experiencia. 

Todos son fantásticos. Se hecha de menos la presencia activa del resto, que no pueden acudir al tener otros compromisos ineludibles. Su trabajo a lo largo del proceso ha sido fundamental. Las aportaciones de cada uno enriquece el resultado final. Esto sí que es TRABAJAR EN EQUIPO.

Salimos con vida del primer envite. Esperaremos a ver el RESULTADO para juzgar, pero el ambiente conseguido fue adictivamente mágico. 

Ahora toca el MONTAJE y los arreglos de post-producción. 

Yo, que no tengo ni idea de nada de eso, como tampoco de todo lo demás, empino las orejas y engullo lo que se me cruza por el camino. Agradecido por poder participar y ansioso por lo que viene, aprendo. Siempre aprendo. 

Hasta la próxima ocasión.

http://produccioneskiwi.webcindario.com/index.php

LABORATORIO TEATRAL: Marat - Sade



Este año, como montaje del LABORATORIO TEATRAL de la UPMJ, hemos trabajado la obra "Persecución y asesinato de Jean-Paul Marat, representado por el grupo escénico del hospicio de Charenton", más conocida como "MARAT-SADE". 

Esta pieza teatral fue escrita en 1964 por el dramaturgo alemán Peter Weiss, y fue objeto en 1967 de una adaptación cinematográfica a cargo de Peter Brook, lo que le dio más fama y protagonismo aún. "MARAT-SADE" se considera una de las obras emblemáticas del ya fallecido siglo XX, y tiene unas peculiaridades que la revisten de una idiosincrasia muy especial.

Se trata de una obra de ficción basada en HECHOS REALES (la estancia del Marqués de Sade en el hospicio de Charenton, donde llevaba a cabo montajes teatrales con los pacientes); asimismo, los supuestos actores de la representación son ENFERMOS MENTALES, en su mayoría, y SERES MARGINALES en su totalidad; y el mensaje que se transmite habla de un aspecto tan espinoso y polémico como la REVOLUCIÓN FRANCESA, más como concepto general y reivindicativo que como momento histórico concreto.

La complejidad que encierra la obra, así, es abrumadora. Para más inri, las comparaciones con la versión de Peter Brook son inevitables, dejando el listón muy alto. 

Nos enfrentamos al TEXTO, en su versión de Alfonso Sastre, con respeto y cuidado. Poco a poco fuimos realizando un proceso de despiece y reconstrucción, tomando decisiones acerca del tiempo y características espaciales con las que íbamos a jugar. 

Reducido el texto y adaptado a nuestra visión, comenzamos el trabajo de diseño de la ESCENOGRAFÍA, del VESTUARIO y del ATREZZO, a grandes rasgos. 

El tiempo se nos echa encima de golpe. Decidimos adelantar el estreno un mes, en un intento por incluir la obra en un festival. Viene el estrés, compañero infatigable y enemigo fiel del actor. 

REPARTO de PAPELES. Hacemos algún casting entre los alumnos del taller y, viendo las circunstancias concretas de cada quién, se asignan los papeles definitivos. A mi me toca MARAT. Me encanta.  La exigencia es grande, el compromiso también. El director, Miguel Karames, demuestra tener bastante bien ojo, ya que casi todos los actores se calzan su personaje con naturalidad, como un zapato hecho a medida. 

El trabajo de MEMORIZACIÓN comienza. Esta es la parte donde siempre hallo más dificultades. Mi trabajo me limita mucho el tiempo, y en este momento concreto atravieso unas circunstancias vitales complejas, que me dificultan aún más la tarea. Me llevo mis papeles allá donde voy. Caminan conmigo por la ciudad, viajan en el bus, van al baño cuando yo, comen conmigo, duermen en mi almohada. Nos unimos de manera indisoluble. Somos uno. No basta. Hasta que empiezan los ensayos de los movimientos, no interiorizo la totalidad del texto. 

Seguimos buscando la ESCENOGRAFÍA adecuada, dándole vueltas a los conceptos clave y mirando "con ojos de cabra" (como dice Miguel) nuestro entorno y nuestra realidad más cercana, en busca de respuestas. 

Todos hacemos de todo, si bien hay responsables de área que coordinan y aúnan esfuerzos. Las ideas de la gente se vierten en las sesiones, debatimos, discutimos, aportamos y consensuamos. Luego el director añade su criterio y se decide. 

El tiempo sigue corriendo más que nosotros.

Pero por fin tenemos bañera. 

ENSAYOS, y más ensayos. Hasta el agotamiento, hasta la extenuación. Nuestras vidas sociales desaparecen, nuestros temas de conversación se convierten en sólo uno, comemos el texto, cagamos el texto, sudamos el texto. 

Todos fuerzan sus LÍMITES. Sacamos tiempo y energía de donde no lo hay. La mayor parte de los alumnos somos personas que tienen un trabajo aparte del teatro, con sus obligaciones y responsabilidades. Todo queda aparcado. 

Ya no somos actores, somos nuestro PAPEL. El enfermo que hay en nosotros sale al exterior, a pasear, y se instala en nuestra casa, hace el amor con nuestras mujeres y hombres, duerme en nuestra cama, conduce nuestro coche y usa nuestro cepillo de dientes. El papel dentro del papel nos carcome la moral. Somos actores que hacen de locos que hacen de personajes históricos de la Revolución. El trabajo se acumula. Salen tensiones, afloran dudas, se manifiestan los miedos. 

Poco a poco, la LUZ. Todo empieza a cobrar forma. Nos ayudan personas de fuera. Necesitamos más locos, necesitamos ayuda de una escenógrafa, Belén, y la UPMJ nos hace los carteles. La cosa avanza, nos guste más o menos, imparable ya. 

Por fin, el ESTRENO. Se grita REVOLUCIÓN en una reducida aula, que se transforma en los baños de un antiguo hospicio por la magia del teatro. Una exhibición de SUDOR y ENERGÍA que brota de los poros de las pieles cansadas, blancas y enfermas (no solo figuradamente) de cada uno de nosotros. 

El RESULTADO es bueno. Me siento bien. Orgulloso de lo que veo, de lo que siento en el escenario. Hay fallos, siempre los hay, sobre todo de ritmo, pero creo que lo que hacemos TRANSMITE. El trabajo de mis compañeros, al igual que el año pasado, me sorprende por su rigor y profesionalidad. Somos alumnos de un taller de una Universidad Popular, con todo lo que ello conlleva, pero en las tablas no veo eso. Veo un grupo de actores que CONVENCE,  y un montaje que podría ser producto de una compañía seria, de esas que se ganan la vida con esto. 

El trabajo está hecho. La semilla, sembrada. Ya sólo queda regar y dejar que crezca con fuerza.

Y ahora, hasta mayo.

Esperamos.

 

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Sala Xtremo: Devadasi Global Dance (Agua)


El espectáculo "Agua", es una pieza que, conducida por una narración que habla sobre la MUJER, su figura en la historia y su relevancia en el mundo, exhibe una serie de danzas en las que se mezclan diferentes tendencias, si bien la ORIENTAL marca todo con su definido carácter. El uso de elementos externos al propio cuerpo, como pueden ser unos pañuelos, panderetas, bastón y velas, salen en casi todos los números, vivos e insinuantes.

Un músico en directo, que usa instrumentos como el sitar, la pandereta y el derbake (ese tamborcillo tan gracioso), acompaña los ritmos que se marcan desde la mesa técnica, añadiendo un pulso vivo y exótico.

La danza del vientre y sus variantes, los bailes típicos de lugares lejanos y los ritmos exóticos, me suelen EVOCAR imágenes de sitios donde nunca he estado, y eso tiene su mérito. El conocer otras culturas a través de su música me parece una manera deliciosa de viajar. Los hipnóticos movimientos de las manos, usadas como lenguas ágiles, que hablan y comunican un sentimiento; el despliegue de una riada de músculos microscópicos que yo no poseo en grado alguno; el ambiente que se genera y te rodea, impregnando tus fosas nasales y llegando muy adentro... todo lo que se crea en torno a este tipo de espectáculos, me inunda y aturde. Me idiotiza agradablemente. 

No obstante, Devadasi Global Dance no logran CONVENCER. Parten de unas premisas atrayentes, usan unas armas seductoras, y manejan su arte con intención, pero no me transportan a ningún sitio paradisíaco, ni me hacen olvidar que estoy en una oscura sala de teatro. 

El espectáculo ya arranca flojo al basar la AMBIENTACIÓN en unas únicas varillas de incienso. El "rincón" del músico está más cuidado, pero el resto de la sala permanece desnuda. No pasa nada, a veces el propio baile llena el espacio. Mejor la nada que lo superfluo, me digo. 

DETALLES descuidados me hacen seguir dudando. Una luz del camerino, que traspasa la puerta y rompe la sobriedad de la oscuridad, las voces y comentarios oídos entre bambalinas, una bolsa de la compra abandonada en una esquina... 

La NARRACIÓN que teje los bailes empieza. Una preciosa voz que lucha por cargar de sentido un texto tan poético como vacío. La actriz intenta transmitir emociones que no siente. No hay naturalidad. No hay contagio.

Me concentro en la DANZA. Dejo que ella me inunde y anegue los vacíos que se han generado. No lo consigue. El uso de los mismos recursos, de elementos ya conocidos y de patrones repetitivos hace que, pasado poco tiempo, el interés descienda. Las bailarinas hacen su trabajo, parecen disciplinadas y muestran sus armas, pero transmiten inseguridad y cierta frialdad. Extraño la pasión, el alma. 

El ESPECTÁCULO me parece correcto, me entretiene y me ofrece momentos bonitos. Pero no me hace volar. No me eleva. Y si eso es así, para mí, la música y la danza no han cumplido su misión. 

Para interesados, ahí va el enlace a un vídeo donde se puede contemplar un resumen de su trabajo:
http://www.youtube.com/watch?v=rvibgqxqrDM

Buenas noches.